domingo, septiembre 24, 2006
domesticar al destino
Domesticar al destino.
Amaestrar el deseo.
Coger cariño a la realidad
trabajar para embellecerla
hasta extraer el zumo
exquisito que posee
-la realidad-
la puta realidad
siempre más santa
que la hipócrita fantasía.
Y lo afirma y firma una poeta.
(Historia de Gloria, p.247)
Amaestrar el deseo.
Coger cariño a la realidad
trabajar para embellecerla
hasta extraer el zumo
exquisito que posee
-la realidad-
la puta realidad
siempre más santa
que la hipócrita fantasía.
Y lo afirma y firma una poeta.
(Historia de Gloria, p.247)