miércoles, octubre 25, 2006
la vida es un cigarro
Se ha declarado una epidemia de paz por mis piernas,
me impide dar un paso decisivo;
si viene el enemigo que se largue
-ya no recibo-.
¡No vuelvo a beber barro!
-da borrachera atroz náusea de nichos-;
acércame tu luz,
y fumemos a medias el pitillo.
(Cómo atar los bigotes del tigre, p. 50)
me impide dar un paso decisivo;
si viene el enemigo que se largue
-ya no recibo-.
¡No vuelvo a beber barro!
-da borrachera atroz náusea de nichos-;
acércame tu luz,
y fumemos a medias el pitillo.
(Cómo atar los bigotes del tigre, p. 50)