jueves, noviembre 30, 2006
Hambre
Y tú querías comerte el silencio
de golpe, de repente,
sin apenas quitarle las espinas,
en pleno ayuno de azabache,
dejando a la nada menos desnuda
Sólo puedes devorar el silencio
de la nada con el estruendo
de tus ojos.
Carlos Pérez Sacau (Cuaderno de la luna)
de golpe, de repente,
sin apenas quitarle las espinas,
en pleno ayuno de azabache,
dejando a la nada menos desnuda
Sólo puedes devorar el silencio
de la nada con el estruendo
de tus ojos.
Carlos Pérez Sacau (Cuaderno de la luna)
