miércoles, marzo 28, 2007
me pedían unos versos para el concurso de floricultura
-Ni describo ni escribo a las flores,
ya están hechas poema-.
Con esta nota dejé empantanados a los organizadores
del Homenaje a la Rosa Puty
creada a base de injertos por la putísima
esposa del banquero.
En vez de,
me largué al suburbio
de flores maleantes,
les leí mis ocurrencias
a las madres embarazadas
a los niños delincuentes
a los viejos sin retiro
a las bellísimas
y sucias chavalas
que iban saliendo
de sus chabolas
de lata y cartón.
A mis pies,
un hermoso ramo de pobres
que olían a sudor.
Me tuve que subir
sobre unos ladrillos
para que me vieran.
Parecía mi propia estatua viva.
(hg, 183-184)
(he vuelto)
ya están hechas poema-.
Con esta nota dejé empantanados a los organizadores
del Homenaje a la Rosa Puty
creada a base de injertos por la putísima
esposa del banquero.
En vez de,
me largué al suburbio
de flores maleantes,
les leí mis ocurrencias
a las madres embarazadas
a los niños delincuentes
a los viejos sin retiro
a las bellísimas
y sucias chavalas
que iban saliendo
de sus chabolas
de lata y cartón.
A mis pies,
un hermoso ramo de pobres
que olían a sudor.
Me tuve que subir
sobre unos ladrillos
para que me vieran.
Parecía mi propia estatua viva.
(hg, 183-184)
(he vuelto)